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Detectan otro transgénico prohibido en el arroz

 

Greenpeace México.

23 marzo 2007

Ciudad de México, México — El arroz estadounidense está cada vez peor. En un comunicado, el Servicio de Inspección Sanitaria de Plantas y Animales de Estados Unidos (APHIS, en inglés) informa que el arroz convencional Clearfield 131 está contaminado con el transgénico experimental LL604 de la farmacéutica Bayer.

El 4 de marzo pasado, el APHIS, perteneciente al Departamento de Agricultura de Estados Unidos, anunció que ese arroz, de la empresa Basf, estaba contaminado con un transgénico desconocido. Este reporte fue confirmado por un documento oficial del 9 de marzo en el que la misma dependencia  prohibió sembrar la semilla afectada por esa contaminación. Hoy se sabe que el responsable de esa contaminación fue el transgénico experimental LL604, que no tiene autorización de ser comercializado en Estados Unidos.

“De nuevo se confirma que los transgénicos no se pueden controlar una vez que son liberados al ambiente. Lo único seguro sobre ellos es que se escapan de los campos experimentales y contaminan los granos que nos comemos. Esto pasará en México si se autoriza la siembra experimental de maíz transgénico en el norte del país”, declaró Gustavo Ampugnani, coordinador de la campaña de transgénicos de Greenpeace México.

Con el LL604 ya suman cuatro los transgénicos experimentales que contaminaron el arroz que Estados Unidos exporta al mundo. Los otros tres son el LL601, LL06 y LL62, todos de la empresa Bayer. Estos cuatro transgénicos de arroz son ilegales en México.

“Es altamente probable que este transgénico también haya ingresado en la cadena de comercialización de arroz en nuestro país y esté a la venta en los supermercados. Reiteramos a la Secretaría de Salud debe dar la cara a la sociedad ante esta situación, retirar del mercado el producto contaminado y no pretender legalizar todas estas variedades para dar carpetazo a este escándalo”, demandó Ampugnani.

¿Qué son los transgénicos? Los transgénicos son nuevas formas de vida creadas en laboratorio con una técnica que permite alterar la estructura molecular del alimento insertando genes ajenos (de bacterias, otras plantas o incluso de animales). Por ejemplo, el maíz transgénico que México importa de Estados Unidos contiene genes de una bacteria que le hace producir una sustancia insecticida, característica que el maíz nunca tendría de manera natural. El problema es que hasta la fecha no se han estudiado los efectos a largo plazo del consumo de transgénicos. Lo que se ha documentado es el riesgo de contaminación para las especies nativas por el cultivo de transgénicos, lo cual entraña graves amenazas para la riqueza biológica del maíz mexicano y para millones de campesinos. Más información. (se abrirá ventana nueva en portal de Greenpeace México).
 
 
by. Comunicado de Greenpeace México. 

 

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