Blogia
HHR - NEWS

Ni balas, gases lacrimógenos o lluvia pararon la “Guelaguetza popular magisterial”

 

16 de julio de 2007. Ni la lluvia que cayó fuerte e insistente sobre la Plaza de la Danza, ni las balas y el olor a gases lacrimógenos que casi cercaban ese espacio impidieron que la Sección 22 del SNTE y la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) realizaran la segunda “Guelaguetza magisterial-popular”.

Fueron cerca de cinco horas las que unas diez mil personas permanecieron en la plaza que resultó insuficiente para la multitud. Soportaron primero el Sol y luego la lluvia para admirar los bailes regionales de las delegaciones provenientes de toda la entidad oaxaqueña.

A las 12:30 horas comenzó la festividad programada para iniciar a las 9:00 horas y concluyó poco después de las 17:00 horas.

El motivo del retardo: cientos de mentores, appistas e integrantes de tres delegaciones folclóricas encabezadas por las Chinas Oaxaqueñas y de la región del Istmo marcharon al Auditorio del Cerro de El Fortín para solicitar que ese espacio ocupado por la policías les fuera permitido para llevar a cabo ahí la “Guelaguetza magisterial-popular”.

La respuesta fue el desalojo violento de cientos de profesores y simpatizantes de la APPO que tuvieron que replegarse en medio de sofocantes olores de gases lacrimógenos y golpes de toletes.

La “Guelaguetza popular” inició en la Plaza de la Danza mientras se enfrentaban policías con mentores y appistas.

La fiesta continuó en medio de rumores de que había decenas de detenidos, desaparecidos y heridos.

Entre sones, jarabes, chilenas y bailables resurgieron los gritos de un conflicto que cumple ya más de un año: “¡Ya cayó, ya cayó, Ulises ya cayó!”, y una advertencia vuelta consigna: “¡Hasta la caída del Tirano que nos malgobierna!”.

Miguel Barragán Bustamante, integrante del Comité organizador de la “Guelaguetza popular”, informó que resultaron lesionados varios integrantes de las delegaciones folclóricas.

El programa inició y entraron al escenario las Chinas Oaxaqueñas –de la región del Valle Central– con sus canastos de flores sobre la cabeza.

Los primeros aplausos brotaron del público que llenó la gradería de cantera y otros que se arremolinaron en escalinatas y pasillos, como el que conducen a la Escuela de Bellas Artes de la UABJO y el templo de San José, frente a la Plaza de la Danza que se desbordó.

Otros más observaban el espectáculo desde la calle de Morelos e, incluso, desde las azoteas de las casas de enfrente.

Subió entonces al entarimado la delegación de la Cañada, proveniente de Huautla de Jiménez, con sus bailes “Flor de Naranjo”, “Flor de Liz”, “Flor de Piña”, “Anillo de Oro” y “La Paloma ”.

De la región de la Costa brotaron después los “Sones de Pochutla”, que ejecutaron los bailes “El Perro”, “El Cotón”, “El Zopilote”, “El Arriero”, “El Chilegole”, “El Toro” y “ La India ”.

Concluía cada delegación y ofrecía su “Guelaguetza”: frutas, artesanías y productos de cada región eran ofrendados al público.

Cientos de manos se alzaban en espera de conseguir un presente.

Por la región de la Mixteca, abatida por la erosión y la pobreza atroz, llegó junto con su canción la delegación de Tlaxiaco. Cual flechadores, como aquél guerrero inmortal que dio muerte al Sol, prendieron al respetable en un horizonte que amenazaba con lluvia.

Los “Sones y jarabes” de Tlaxiaco dejaron su ofrenda desde “el país del Ñuu Saavi”.

También participaron mixtecos de Juxtlahuaca con la “Danza de los Rubios”.

La lluvia ligera al principio se volvió pertinaz alrededor de las 15:30 horas, pero el público permaneció en sus sitios.

Tampoco los arredró los rumores de que la policía estatal estaba a sólo una cuadra, sobre la calle de Crespo, inundada con el olor de gases lacrimógenos.

La alegría continuaba, mientras en los aproximadamente 200 puestos instalados en los alrededores los vendedores –que no pagaron impuesto– ofrecían productos tradicionales: empanadas de amarillo, dulces regionales, nieves, aguas frescas, elotes.

No faltaron los “raspados de hielo” y tampoco los “impermeables de plástico de a cinco pesos”, surgidos de quién sabe dónde para “aguantar la lluvia”.

Cuando amainó el temporal subieron al entarimado los de la Sierra Sur, “del sufrido pueblo de Miahuatlán, en cuyo penal estuvieron presos políticos del conflicto del año pasado”.

El “Fandango Miahuateco” fue el baile que llevaron.

Luego tocó el turno a la delegación de la Sierra Norte, con representantes venidos de Ixtlán que interpretaron “El Torito Serrano”, bajo los acordes de su propia banda de música regional.

Fue una de las delegaciones más nutridas, porque también participaron los de Betaza con sus sones y jarabes, y luego los de la región Mixe.

Llegó al turno de la “esperada delegación de Tuxtepec” con su tradicional “Flor de Piña”, ejecutada magistralmente por hermosas mujeres que bailaron rítmicamente.

De esa misa región de Tuxtepec estuvieron representantes de Usila que presentaron “ La compañera del chinanteco”.

Antes, por la región del Istmo de Tehuantepec estuvo la delegación de Juchitán con los sones istmeños: “Bioxho”, “La Llorona”, “El Rendido”, “Fandango”, “Son Jarabe” y “El Dorado”.

Por la zona huave, también del Istmo, participó una delegación de San Mateo del Mar que presentó por primera vez en la Ciudad de Oaxaca el “Baile de la serpiente”, además de “La tortuga del arenal” y “La danza de los malinches”, interpretada esta última por pobladores que portaban penachos con plumas de alcatraz, espejos en los costados y listones de colores colgando de sus espaldas.

Después de casi cinco horas, la fiesta concluyó cuando se presentó la delegación del Valle Central con enviados de Ocotlán y Zaachila. Los primeros con el “Jarabe del Valle”, y los segundos con “ La Danza de la Pluma ”.

La “Guelaguetza magisterial-popular” fue un éxito. Fue un triunfo del pueblo, comentó Barragán Bustamante.

Señaló que “por supuesto que ocasionó una derrama económica” a favor de los comercios de la ciudad.

Recordó que la festividad tuvo un costo aproximado de un millón 300 mil pesos provenientes de aportaciones de 20 pesos de cada uno de los 70 mil trabajadores de la educación.

“Nos vemos el año que viene (2008) contra otra Guelaguetza magisterial-popular más”, anunció

 

  

by. Prensa en Noticias APPO 

 

0 comentarios