Cerco militar en San Lázaro, a horas de la toma de posesión (si es que puede) del presidente espurio Felipe Calderón, impuesto por las cúpulas de poder.
Sitia Marina a San Lázaro
Andrea Merlos y Ricardo Gómez
El Universal
Ciudad de México
Jueves 30 de noviembre de 2006
En un hecho inédito, la Marina del Ejército llegó a San Lázaro, bajaron y subieron a sus soldados, los hicieron caminar en pelotón por la calle de Sidar y Rovirosa y de nuevo los subieron a los camiones para llevárselos al deportivo Venustiano Carranza, que desde hace algunas semanas lo tiene tomado el Estado Mayor Presidencial (EMP).
Los camiones de la Marina con placas 406358, 406064, 406060 y 406071, se estacionaron sobre la Avenida Congreso de la Unión a la altura de avenida Taller.
En tanto, el EMP se resguarda en el basamento del nuevo Edificio en San Lázaro destinado al Centro de Estudios.
Ahí, las guardias presidenciales instalaron su cocina, acomodaron sus cientos y cientos de cajas con víveres, tanques de gas y ollas gigantescas. Ahí mismo colocaron su comedor y a un lado su dormitorio, que se conforma de “bolsas para dormir” color verde militar y cobijas de lana a cuadros que apenas los cubren del frío, ya que ese estacionamiento tiene las ventanas descubiertas.
El EMP sigilosamente ha metido todas las provisiones y ha colocado sus enseres y mochilas de cada uno de sus elementos que hasta ayer, vestían ropa de civiles para intentar camuflagearse entre el personal de la Cámara de Diputados, aunque sin mucho éxito, ya que es notorio su radio auricular, mejor conocido como “chícharo” y su micrófono que de vez con vez utilizan para reportar el flujo de diputados o el objetivo de reuniones numerosas.
Incluso, fuentes de la Mesa Directiva de San Lázaro confirmaron que se cancelaron una decena de eventos citados para esta semana por el PRD, a fin de evitar una entrada “hormiga” de simpatizantes de ese partido o de Andrés Manuel López Obrador que pretendieran pernoctar para participar en la estrategia por impedir la toma de protesta de Calderón Hinojosa.
Esta mañana, Congreso de la Unión amaneció con nuevas vallas metálicas, esas que miden casi tres metros y que desde el 19 de noviembre cercan las calles aledañas a la Cámara baja.
En esta segunda etapa, la muralla metálica cercó Congreso de la Unión de su esquina de Fray Servando hacía Viaducto, por lo que en un radio kilométrico no hay ninguna calle por la que se pueda acceder a la avenida.
Además de la muralla metálica, que se ha utilizado en varias ocasiones para detener el paso de los globalifóbicos, y recientemente en las ceremonias del Informe Presidencial del 1 de septiembre, estarán acompañadas de un camino de vallas que limitarán el paso peatonal.
Los diputados federales acordaron el pasado 21 de noviembre reducir la presencia de la Policía Federal Preventiva en San Lázaro, lo que a poco a poco se cumplió hasta que los retenes quedaron sólo en manos del EMP y del equipo de resguardo de la Cámara baja.
En ese convenio, los coordinadores parlamentarios avalaron que a partir del 29 de noviembre se incrementara la seguridad según los criterios de los cuerpos policiacos, principalmente del EMP.
Así, en silencio, y con los diputados del PAN y del PRD dentro del salón de plenos, el Ejercito y las Fuerzas Federales se apoderaron de los acceso de San Lázaro, lo que persistirá hasta el mediodía del próximo viernes.
Dentro, del recinto legislativo, se fortaleció el cinturón de seguridad del Helipuerto, al que no sólo resguardaron con vallas metálicas sino también con macetones de al menos 60 centímetros de alto.
Fotos. El Universal.
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