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LA IMPORTANCIA DE LA ORGANIZACIÓN

ABRAHAM CRUZ GARCÍA/Noticias-Oaxaca

23 de enero 2007 

Algo que llamó poderosamente la atención de propios y extraños durante la lucha popular, fue la capacidad de organización del movimiento insurreccional: la Guelaguetza 2006, las multitudinarias marchas, la instalación de barricadas y su defensa, exigieron tal sincronización, al grado que, en muchas batallas, hicieron morder polvo al enemigo.

En todas las guerras y movilizaciones de grandes masas, ha quedado demostrado que, para que tengan éxito, se necesita de una buena organización, donde se cohesionen todas las fuerzas que la integran para conformar un solo bloque.

Los mismos animales, como las hormigas y abejas, dan ejemplo de maravillosa organización para el trabajo y la defensa de sus bienes. Pero el hombre –único ser racional- dado su constante antagonismo para con sus semejantes, tiene tendencias al desorden y a la anarquía, aún cuando para Aristóteles el hombre es un ser sociable por excelencia, requiere para su integral desarrollo agruparse con otros individuos, afín de que, conjuntamente y merced a la combinación armónica de la mente y los esfuerzos de todos, realice esas obras maravillosas que son la civilización y la cultura humana.

Gracias a la organización y esfuerzo humano se han logrado frutos “eminentemente sociales”: la economía, el arte, la religión, el derecho, por citar algunos ejemplos.

En el caso de Oaxaca, el inédito movimiento popular rebasó las fronteras del país porque movilizó a miles de ciudadanos, tuvo la certeza de abanderar causas sociales que incidían en el clamor social; así, puso en jaque al poder público y pudo en su momento de mayor esplendor, haber logrado reformas profundas en la Constitución y la caída del desfasado sistema priista; y todavía más, haber logrado que los medios de comunicación estuvieran al alcance del pueblo.

Para acabar con esa organización fue necesaria la fuerza federal. Vino la Marina y el Ejército, ambos a base de metralla y tanquetas aplastaron la lucha civil; callaron al pueblo. Los heridos, los muertos, los encarcelados, dan cuenta de la crueldad del sistema, pero lo más amargo para muchos, es que la tiranía recrudece sus acciones, aplastando la voluntad popular.

Fin primario de toda sociedad es vivir en orden y paz. Anhelos imposibles de alcanzar cuando no hay cohesión de intereses. La actual administración gubernamental está muy lejos de representarlos, por eso enfrenta la inconformidad, la protesta y el odio de las mayorías.

La sociedad se organiza para depositar en el Estado la fuerza necesaria para que éste imponga el orden a través de la ley para beneficio de todos, tarea que el actual gobierno ha desviado cuando utiliza el poder para beneficio de unos cuántos, pisoteando de diversas maneras los derechos y prerrogativas de los ciudadanos.

La violencia desatada en Oaxaca, es elocuente: el 10 del actual, en Ixtepec, la policía vejó y encarceló a 18 inmigrantes, entre ellos el sacerdote Alejandro Solalinde, de la diócesis de Tehuantepec. Acto cruel e inhumano que el Estado mexicano infiere a los hermanos Centroamericanos y exhibe a Oaxaca, como una tierra de salvajes, igual o peor que los cazamigrantes de USA.

Las policías PFP, Ministeriales y municipales, dieron rienda suelta a la barbarie cuando violentamente desalojaron a los familiares de presos políticos y de conciencia en Miahuatlán, acción que trastocó todo principio relativo al Estado de Derecho.

El 16 de los corrientes, en Puerto Escondido, se dijo, ejecutaron al estilo narco, a cuatro personas, crimen que conmovió a la comunidad porteña, dada la brutalidad de la masacre. En este ambiente, el Embajador de Estados Unidos en México, Antonio Garza, exigió al gobierno del Estado presente a los asesinos del periodista Hill Bradley.

La violencia y los atracos no tienen freno. El 18 de este mismo enero, al amparo de la noche, personas desconocidas incendiaron el despacho del abogado de la APPO Eduardo Castillo Cruz. “Varias bombas molotov fueron lanzadas a las puertas del despacho”, según dijo el jefe de bomberos Manuel Maza Sánchez. Florentino López Martínez, calificó el hecho como: parte de la guerra sucia con que operan policías, porros y paramilitares en contra del pueblo por órdenes del tirano”.

El barullo y desorden que priva en el Estado se agiganta cuando 60 líneas camioneras amenazan con un paro estatal. La represión e intolerancia campean contra los que no comulgan con la esfera oficial, “pues con la detención de cinco empresarios del transporte, se confirma que no hay condiciones para trabajar”, advirtió su líder Josué Samuel Ruiz Ruiz.

En este maremagno, el Estado ve moros por todos lados. El colmo del descaro. Aún con el permiso municipal anticipado, la policía impidió la Jornada Ecuménica, que tenía como propósito orar por “Una Paz que nazca de la Justicia” ante el conflicto social en la entidad, que fue convocada por creyentes de diferentes credos religiosos y organizaciones de inspiración cristiana. El Obispo de la Diócesis de Saltillo, Coahuila, Raúl Vera López, fajándose la sotana, elevó enérgica voz, protestando por la represión religiosa. Vivió en carne propia el ataque policiaco de Oaxaca.

Por segunda ocasión, ante la nariz de la Suprocuradora de Justicia en el Istmo María del Carmen Chiñas Salinas, lincharon a un delincuente en Tierra Blanca, Agencia Municipal de San Blas Atempa. “No pudimos hacer nada, por más que sostuvimos un diálogo en zapoteco” acotó la funcionaria. Caso igual aconteció el 12 de marzo de 2005, en Magadalena Tequisistlán, Tehuantepec, cuando lincharon al agente ministerial Aurelio Blas Vicente, por haber asesinado a balazos a un taxista, con la excepción que esa vez no se dialogó en zapoteco.

El 21 de los corrientes, en Santo Domingo de Morelos, Pochutla, alrededor de las 20: horas, de nueve balazos, fue acribillado Fructuoso Pedro García, líder municipal del PRD, hecho que conmovió a la región costeña, por la saña con que se acalla a la disidencia.

En todos estos crímenes y actos represivos que contravienen todo ordenamiento legal, la autoridad ha hecho caso omiso en aclarar las muertes por más que los organismos de derechos humanos exigen y denuncian abusos y excesos del gobierno.

La tendencia destructiva, propia del hombre primitivo, cobra vigencia en la entidad. Por una parte, los poderosos que usando la fuerza del Estado, arremeten y atracan contra el pueblo y por la otra, la sociedad, cansada de exigir la aplicación de la ley y no ser escuchada, se hace justicia por propia cuenta.

Ese es el panorama de Oaxaca, triste y desolador. Carente de organización y rumbo. Falta un líder, un hombre que cohesione y guíe los destinos de la patria chica hacia un puerto mejor. abrahamoax@hotmail.com abogado postulante.

3 comentarios

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Patience is most bitter, yet most sweet the fruit it birth

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Blanca -

Por favor nesecito la importancia de la organizacion Gracias