Transgénicos sin control en México.
Maseca y Minsa mienten:
si usan transgénicos
En cuatro muestras de harina de Maseca y una de Minsa se detectaron elementos (promotor 35S y terminador NOS) que confirma la presencia de maíz transgénico en harinas elaboradas en Tamaulipas y Yucatán.
“No hay duda: ambas empresas están dándonos de comer maíz transgénico riesgoso, en contra de lo que aseguran al consumidor. Esto pese a que tanto los directivos de Maseca como los de Minsa declararon recientemente que comprarían sólo maíz no transgénico en Estados Unidos. Desde el año 2005 esas harineras se han negado a responder a las peticiones de información sobre la calidad del maíz en sus productos”, declaró Areli Carreón, coordinadora de la campaña de consumidores de Greenpeace México.
Las pruebas de laboratorio se realizaron en dos ocasiones, con seis meses de diferencia (abril y septiembre), lo que demuestra que la presencia de transgénicos no es un accidente sino una política deliberada de utilizar estos granos riesgosos en nuestras tortillas sin garantizar su inocuidad y sin informarlo al consumidor.
“Los mexicanos demandamos a Maseca y a Minsa que garanticen plenamente que en su producto no usarán granos transgénicos que europeos, japoneses, chinos e incluso estadounidenses se niegan a comer”, dijo Carreón.
Maseca discrimina a los mexicanos
Cabe señalar que Maseca tiene un compromiso público en Estados Unidos y Europa de no usar transgénicos en sus productos, pero no en México. De hecho, en su reporte anual de 2005 reconoció como riesgo para sus socios e inversionistas la posibilidad real de incluir en sus productosd maíces transgénicos no aprobados para consumo humano:
"...es posible que involuntariamente hayamos adquirido maíz y trigo modificado genéticamente, mismo que no está aprobado para consumo humano. Lo anterior pudiera representar una recolección costosa y pudiera exponernos a potenciales demandas que pudieran tener un impacto negativo en nuestras ventas, nuestras utilidades y en el precio de nuestra acción. En años recientes varias denuncias y reclamaciones, en su mayor parte en los Estados Unidos de América y en la Unión Europea, han argumentado que el uso de alimentos genéticamente modificados no es seguro para el consumo humano, tiene riesgo de dañar al medio ambiente y crean dilemas legales, éticos y sociales".
Ante la imposibilidad de demostrar que su producto es “100% natural” Maseca se vio forzada a retirar esta frase de su publicidad, luego de que Greenpeace la demandó por publicidad engañosa en junio de 2005.
Por otro lado, ante el aumento en el precio de la tortilla y la decisión de incrementar la importación de maíz de Estados Unidos, se ha afirmado que la solución es sembrar maíz transgénico en México. De hecho, el doctor Luis Herrera Estrella, director del Laboratorio de Genómica para la Biodiversidad (del Cinvestav) y coordinador del Proyecto Maestro de Maíz, ha actuado como vocero del Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Agrobiotecnológicas (ISAAA, en inglés), una organización financiada por Monsanto y otras corporaciones biotecnológicas que buscan inundar de transgénicos los campos del mundo.
Hace unos días, Herrera Estrella hizo una presentación engañosamente optimista del reporte anual del ISAAA. En respuesta, Gustavo Ampugnani, coordinador de la campaña de transgénicos de Greenpeace México, realizó varias precisiones:
- El total de cultivos biotecnológicos representa sólo el 2% del área cultivable en el mundo.
- A diciembre de 2006, sólo hay 4 cultivos transgénicos se siembran a gran escala: soya, maíz, canola y algodón, con 2 características: tolerancia a herbicidas y resistencia a insecticidas.
- Casi 90% de estos cultivos se siembra en sólo dos países: Estados Unidos y Argentina.
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Soriana, Chedrahui y Central de Abastos
venden arroz contaminado
Greenpeace Mexico.
08 de marzo 2007
Este arroz transgénico se sembró de manera experimental en parcelas en Estados Unidos. Ni Bayer ni el gobierno estadounidense han podido explicar cómo es que contaminó el arroz destinado al consumo humano. Hasta que se dio a conocer el escándalo de contaminación se autorizó la comercialización de esta variedad en Estados Unidos (sólo está autorizado en ese país). Eso no contuvo la caída de ventas, pues Japón y los 25 otros países cerraron sus fronteras al cereal estadounidense.
“Nuestras peores sospechas se han confirmado: estamos comiendo un arroz transgénico que se fugó de campos experimentales y contaminó los cargamentos comerciales de arroz de Estados Unidos y nos lo han vendido ilegalmente, por lo menos desde agosto pasado”, dijo Gustavo Ampugnani, de la campaña de transgénicos de Greenpeace.
El transgénico LL601 no estaba autorizado para consumo humano; fue hasta que se descubrió la contaminación del arroz estadounidense que se otorgó dicha autorización, la cual sólo está vigente en Estados Unidos. Aunque ese cereal debería permanecer en territorio estadounidense, está entrando a México sin ningún control.
El gobierno mexicano no ha tomado ninguna medida para verificar la calidad del arroz que están comiendo los mexicanos a pesar de conocer el anuncio oficial de la contaminación hecho por el gobierno de los Estados Unidos desde el 18 de agosto del 2006.
Desde un primer momento, Greenpeace solicitó a la Comisión Federal de Prevención contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), de la Secretaría de Salud, que realizara pruebas y tomara medidas urgentes para prevenir la entrada de este arroz transgénico experimental. Cofepris realizó análisis pero no ha querido revelar los resultados.
“La Cofepris está obligada a retirar inmediatamente de los anaqueles el arroz transgénico no aprobado para consumo humano. Asimismo, la Secretaría de Salud debe emitir instrucciones para que se impida la entrada de ese arroz procedente de los Estados Unidos. Lo peor que pueden hacer es legalizar fast track este transgénico para que de la noche a la mañana sea legal en el país”, declaró Ampugnani.
El caso del arroz es un ejemplo de que lo que puede pasar en México si se autorizan las siembras experimentales de maíz transgénico en Sinaloa, Sonora o Tamaulipas, lo que podría ocasionar la contaminación del maíz blanco que se consume en el país.
Los transgénicos son nuevas formas de vida creadas en laboratorio con una técnica que permite alterar la estructura molecular del alimento insertando genes ajenos (de bacterias, otras plantas o incluso de animales). Por ejemplo, el maíz transgénico que México importa de Estados Unidos contiene genes de una bacteria que le hace producir una sustancia insecticida, característica que el maíz nunca tendría de manera natural. El problema es que hasta la fecha no se han estudiado los efectos a largo plazo del consumo de transgénicos. Lo que se ha documentado es el riesgo de contaminación para las especies nativas por el cultivo de transgénicos, lo cual entraña graves amenazas para la riqueza biológica del maíz mexicano y para millones de campesinos. Más información. se abrirá ventana en portal de Greenpeace México.
México DF. 08 de noviembre 2004. Caricaturistas y pintores realizan protesta plástica contra el PAN, por su apoyo a los transgénicos.
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