Artículo de opinión
Provocación en Oaxaca: Nuevos errores, nuevos retos
Víctor Manuel Gómez Ramírez*
Las políticas de quienes creen dirigir el movimiento magisterial popular, más que ayudar a fortalecerlo lo empiezan a llevar a un callejón sin salida. Esto lo volvimos a corroborar con los acontecimientos acaecidos este 16 de julio.
Ya hemos visto que ante la falta de una dirección política a la altura de los acontecimientos, quienes han intentado serlo, han sido rebasados de manera recurrente, con la excepción que se dio el 5 de julio del 2006, cuando la dirección seccional del magisterio y los principales grupos de interés impusieron, sin consulta a la base, un "repliegue táctico" para favorecer a Ulises Ruiz.
Las direcciones que integran el Consejo Estatal de la APPO, igualmente han sido incapaces de armar políticas que permitan la deposición del cadáver político llamado URO, tampoco han sido previsoras para evitar caer en las provocaciones orquestadas por el gobierno estatal y federal, esto lamentablemente a complicado la situación al movimiento, cuya base social y magisterial ha mostrado incontables veces su disposición a continuar la lucha por la caída del tiranosaurio.
Las provocaciones gubernamentales del 25 de noviembre de 2006 y del 16 de julio de este año pudieron haberse evitado, desafortunadamente no fue así, y cual ingenua borregada nos entregamos ante las fuerzas represivas, algunas direcciones de organismos integrados a la APPO, con pésimos argumentos intentaron evadir su responsabilidad, sin embargo, debemos asumir que todos quienes estamos integrados al Consejo Estatal de la APPO cargamos con la responsabilidad de nuestros dichos y hechos.
Lo mismo sucedió este 16 de julio, se propone subir al Cerro del Fortín pero no se prevén las medidas necesarias para evitar la confrontación, y de nueva cuenta se repite la historia. Los resultados son lastimosos para nuestras filas y con seguridad más compañeras y compañeros se irán retirando del movimiento, no por no estar dispuestos o convencidos de la necesidad de tirar a URO y construir un Oaxaca digno y democrático, sino porque cada ves es más notorio que no hay una dirección confiable.
No requerimos de profundos análisis para entender que los gobiernos títeres al servicio de la burguesía, sean estatales o nacionales, siempre utilizarán todos los recursos a su alcance para destruir aquello que ponga en peligro sus intereses. Hoy, Felipe Calderón recurre a las alianzas mafiosas PRI-PAN-PANAL y a los cuerpos represivos y al ejército para intentar mantenerse en la silla presidencial, con ello demuestra su debilidad. Con estos apoyos pretende seguir imponiendo las políticas del neoliberalismo, tendientes a continuar sobreexplotando a la población trabajadora y seguir saqueando y explotando nuestros recursos energéticos y culturales.
Ulises Ruiz y su desgobierno sumamente débiles e incapaces para devolver la tranquilidad aparente que vivimos en años anteriores, como cacique de pueblo, apoyado por el PAN y los diputados del PRD, se dispone a continuar confrontando a la sociedad sin importarle las consecuencias, en su escaso cerebro solo cabe el servir bien a sus amos, los grandes inversionistas nacionales y extranjeros que como buitres llegan para romper la piñata llamada Plan Puebla Panamá.
Por su parte, el pueblo digno de Oaxaca sigue mostrando que está harto de priísmo y de todos aquellos partidos o individuos que utilizan los gobiernos para enriquecerse, olvidando atender las necesidades más inmediatas de la población. Este pueblo ha dado un enorme salto en su conciencia al comprender y confirmar quien es su enemigo histórico, pero eso no basta para cambiar verdaderamente la situación en nuestra entidad, es necesario que este pueblo comprenda que es él mismo, obreros, campesinos, estudiantes, profesionistas, mujeres y hombres, quien debe tomar las decisiones, que no puede seguir confiando en supuestas direcciones "revolucionarias" o "democráticas", que solo esperan la oportunidad para negociar en su propio beneficio.
El primer paso es la organización democrática en todos los lugares en donde existan condiciones, superar la dependencia de seudo líderes oportunistas y organizando coordinadoras o consejos de representantes que permitan verdaderamente que las decisiones surjan desde la base, el siguiente paso es el programa político, este debe hacerse en colectivo y debe contemplar desde las necesidades más inmediatas hasta las más avanzadas, en éste debemos explicarnos desde como vamos a lograr tener agua potable, hasta como podemos construir un gobierno obrero, campesino y popular.
El debate en estos espacios democráticos debe ser franco y abierto, no debemos tener miedo a ninguna idea, venga de donde venga, que pueda ayudar al fortalecimiento de la organización, debemos aprender a reconocer nuestros errores y corregirlos, aprender colectivamente y reconocer a los compañeros o compañeras más comprometidos y honestos, así como evitar ser utilizados como carne de cañón. Es necesario oponerse a la idea de que mientras más represión, presos y asesinatos haya, ello fortalece al movimiento. Esto es completamente falso, pues, como ahora lo podemos comprobar, son los gobiernos quienes se reposicionan, aún cuando ello sea momentáneamente, y el camino a la victoria del pueblo se aleja más.
*Miembro del CC del Movimiento Al Socialismo (antes Partido Obrero Socialista) organización integrante de la APPO.
by. Movimiento al Socialismo, antes Partido Obrero Socialista
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